El Origen del Pádel: De México al Mundo
El pádel, un deporte que combina elementos del tenis y el squash, tiene sus raíces en Acapulco, México, gracias al ingenio del empresario Enrique Corcuera. En 1969, Corcuera adaptó un espacio en su finca construyendo una cancha rodeada de paredes para evitar que la vegetación y las pelotas escaparan, dando vida al concepto moderno del pádel.
De México a España y Argentina
El éxito del pádel despegó cuando el príncipe Alfonso de Hohenlohe lo llevó a la Costa del Sol en 1974, construyendo las primeras pistas en el Marbella Club. Poco después, el deporte llegó a Argentina, donde creció exponencialmente hasta convertirse en uno de los deportes más practicados del país. Figuras clave como Julio Menditengui y Cacho Nicastro consolidaron su expansión internacional.
El auge en Europa y el mundo
En los años 90, España adoptó el pádel como un fenómeno social y deportivo. Jugadores como Manolo Santana y eventos icónicos impulsaron su popularidad. En paralelo, el pádel se expandió a países como Francia, Suecia, Italia y más allá, ganando reconocimiento en Asia y Oriente Medio.
Evolución y beneficios
Desde las palas de madera hasta los materiales de alta tecnología como la fibra de carbono, el pádel ha evolucionado para ofrecer un juego dinámico y accesible para todas las edades. Además, sus beneficios incluyen mejorar la salud cardiovascular, la coordinación y la sociabilidad.
Un fenómeno en constante crecimiento
Hoy en día, el pádel sigue conquistando nuevos territorios con circuitos internacionales como el World Padel Tour y Premier Padel, atrayendo a millones de aficionados. Este deporte, nacido como un pasatiempo en México, es ahora un símbolo global de diversión y accesibilidad.
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